Manila, 8 ago (PL) El ícono del boxeo y senador de Filipinas, Manny Pacquiao, declaró hoy públicamente su apoyo a la introducción de la pena de muerte como castigo a los narcotraficantes.
Pacquiao respaldó el anuncio del presidente Rodrigo Duterte, de retomar la pena capital para crímenes vinculados a la producción y venta de narcóticos, así como violaciones y asesinatos.
En su intervención, el llamado Boxeador de la Década afirmó que la legislación filipina carece de garras y apuntó que la sentencia será ejecutada en la horca y no mediante fusilamiento.
La pena de muerte se abolió en este país en 2006, tras presiones de la iglesia católica, que representa al 80 por ciento de los filipinos.
Ante las críticas de la prensa, Pacquiao sentenció que la pena capital está aprobada ante los ojos de dios y se ayudó de pasajes bíblicos para justificarla.
El campeón mundial de ocho divisiones es un aliado político de Duterte y al igual que él, proviene de las provincias musulmanas del sur.
Pacquiao resultó electo senador en mayo, fundamentalmente gracias a su popularidad como una estrella del deporte y tras el glorioso cierre de su carrera como púgil.
Desde su ascenso al poder el 30 de junio, Duterte inició una suerte de limpieza social contra la criminalidad asociada al narcotráfico y autorizó a policías y civiles a ultimar a cualquier consumidor o vendedor.
Según cifras oficiales, cerca de 400 distribuidores de drogas murieron en redadas de la policía, pero organizaciones independientes sitúan el número en más de 800.
Manny Pacquiao defiende pena de muerte en Filipinas
